Arte visionario

Dalí Atomicus, de Philippe Halsman, 1948.
El jardín de las delicias, del Bosco, ca. 1500-1505.
Angelus Novus, de Paul Klee, 1920. Considerándolo de un particular significado fue adquirido por Walter Benjamin. Se ha interpretado como expresión de una "utopía mesiánica" y de la tragedia del hombre moderno que, al perder el contacto con el pasado, no encuentra su lugar en la historia y se enfrenta a una catástrofe interminable.[1]
Exposición de la obra de Hilma af Klint, oculta por voluntad de su autora hasta que pasaran veinte años de su muerte.[2]

Arte visionario es una ambigua calificación que se aplica a determinados artistas o a movimientos artísticos completos (el simbolismo,[nota 1]​ el expresionismo,[nota 2]​ el dadá y el surrealismo[nota 3]​ o distintas modalidades del arte abstracto[nota 4]​) que producen obras de arte que por su contenido, o bien por la técnica utilizada para su creación (ascetismo -u otras prácticas espirituales-[nota 5]desinhibición, técnicas surrealistas, estados alterados de la mente[3]​ o de la consciencia, intoxicación alucinógena -esté asociada a los movimientos contraculturales del arte psicodélico o la música psicodélica, al interés intelectual en la psicodelia o psiconáutica, o al simple uso médico o recreativo de las drogas-,[nota 6][4]​ etc.), parecen resultado de una especial percepción (como la que implicaría tener "visiones" o "alucinaciones") o la parecen comunicar al espectador, relacionándose de una forma particularmente potente con el mundo de los sueños o de la imaginación. La creatividad en el arte y la literatura, desde sus inicios en la Antigüedad, siempre se ha vinculado con el prestigioso concepto de "inspiración", sea inspiración divina o su alternativa terrenal, la inspiración artística.

El arte visionario puede identificarse como una de las muchas manifestaciones (muy distintas entre sí) que se han calificado de "arte primitivo" (como el arte prehistórico, el de las culturas primitivas de la actualidad, el art brut -que se asocia a marginados y personas con problemas mentales o uso de drogas-, el arte naíf -que también puede confundirse o no con el de niños y personas que no han recibido una educación artística formal-, etc.) También puede asociarse al malditismo de los artistas que no son entendidos en su época porque se anticipan a su posteridad.

Salvador Dalí ejemplifica el tipo de artista "visionario" que no reclama para sí mismo una particular condición primitiva, arcana, esotérica o pseudo-religiosa, más allá de su método creativo, que denomina "método paranoico-crítico".[nota 7]​ De forma opuesta, hay artistas que pretenden trascender el mundo físico por haber alcanzado una visión más amplia del conocimiento o que pretenden realizar obras basadas en experiencias espirituales o místicas, o que surgirían de escuchar voces internas o de una autopercepción del alma. Entre estos artistas estarían (por orden cronológico) Samuel Palmer, Gustave Moreau, Edward Burne-Jones, Odilon Redon, Adolf Wolfli, Jean Delville, Max Ernst, Stanley Spencer, Henry Darger, Brion Gysin o Ernst Fuchs, entre otros. Algunos fueron líderes de su propio movimiento místico, como fue el caso de William Blake. De otros se ha intentado encontrar alguna explicación a su obra en su relación con algún grupo místico, como fue el caso de El Bosco (los Hermanos del Libre Espíritu) o de Hilma af Klint (la teosofía, que también atrajo a Nikolái Roerich, a Kandinsky o a Mondrian, sin que en ellos se atribuya una relación tan estrecha entre obra y misticismo). Algunos artistas han preferido acuñar sus propias denominaciones, como "pintura metafísica" (Giorgio de Chirico), "transhylismo" o "mensaje reencontrado" (Louis Cattiaux)[5]​ o "precisionismo" (Georgia O'Keeffe).[6]​ Por último, de otros importantes artistas no parece necesario atribuir su desbordante capacidad imaginativa a recursos ajenos a su propio trabajo artístico, como son los casos de El Greco, Heinrich Füssli, Francisco de Goya o Vincent van Gogh.[nota 8]

  1. Avner Shapira, Walter Benjamin's Berlin, 120 years on, 12 de julio de 2012.
  2. Reseña de la exposición en el Guggenheim, El Confidencial, 4 de noviembre de 2024.
  3. Francisco Javier Zubiaur Carreño, La locura en el arte del siglo XX, septiembre de 1993.
  4. Charles W Mills, Art Depicting the Social Views of Drug Use - This page centers around depictions of the social views of drugs in artwork produced throughout the nineteenth and twentieth centuries, 21 de abril de 2022.
  5. Raimon Arola Ferrer, “El Mensaje Reencontrado” y el arte visionario, Arsgravis, Arte y Simbolismo, 2019.
  6. Giorgio de Chirico y Georgia O’Keeffe en HA!


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